El cuerpo humano mantiene de manera constante la temperatura interna en 37º con una variación máxima de un grado arriba o abajo. Las condiciones ambientales externas pueden producir una variación de esta temperatura. La acumulación de calor ya sea producido por las condiciones ambientales, la actividad física y/o el uso de Equipos de Protección Individual (EPI), puede suponer que el trabajador esté expuesto a una carga térmica que recibe y acumula en su cuerpo. Esto es el estrés térmico, lo que hace que el cuerpo de la persona se altere sufriendo un aumento de la temperatura corporal superando los 38º centígrados.
Existen distintas variables que contribuyen al estrés térmico, entre ellos:
- Temperatura: temperatura seca del aire que rodea a la persona.
- Humedad: cantidad de vapor de agua en el aire.
- Viento: con el aumento de la velocidad del viento se reduce la sensación de calor.
- Radiación: calor que emiten los elementos del entorno.
- Actividad metabólica tales como la respiración, respiración ...
- Vestuario y EPI.
La sobrecarga térmica es la respuesta el cuerpo humano al estrés térmico para mantener la temperatura interna adecuada.
Este riesgo laboral se intensifica en verano y principalmente en trabajos al aire libre, sectores como la agricultura, y la construcción, son de los más conocidos por todos. ¿Quién no ha visto asfaltar carreteras o calles en pleno verano con altas temperaturas?. Pero, durante el resto del año hay sectores en que el trabajador panaderías, hornos... pueden estar expuestos a altas temperaturas además de tener que utilizar un vestuario y Equipos de Protección Individual que pueden impedir la eliminación del calor corporal.
Con el exceso de calor aumenta la probabilidad de que suceda un accidente de trabajo, se manifiesten patologías como enfermedades respiratorias, cutáneas, calambres, síncope de calor, deshidratación, agotamiento e insolación (golpe de calor). El cuerpo humano utiliza el sudor como termorregulador, el sudor aumenta el flujo de la sangre mediante vasodilatación para regular el calor del cuerpo expulsándolo al exterior.
Los factores que intervienen son el tiempo de exposición al calor y factores personales tales como la falta de aclimatación, edad, patologías, medicamentos... siendo la falta de aclimatación al calor el factor más importante, porque si un trabajador no se aclimata puede sufrir estrés térmico, haciendo que el cuerpo no tolere el calor. La aclimatación al calor es un proceso gradual durante el cual el cuerpo se adapta a las condiciones ambientales y la actividad física, ello puede conllevar más de una semana.
No todos los EPI (Equipos de Protección Individual) tienen la propiedad de transpiración o circulación del aire, ya que algunos de estos lo que evitan la entrada de aire, gases, líquidos y partículas a su interior. Este tipo de EPI son como por ejemplo, un uniforme, un chubasquero, un EPI de un sanitario para evitar el contagio de un agente externo como puede ser un virus, o a casos más estrictos los EPI de riesgos Nuclear, biológico y químico (NBQ).
La Prevención de Riesgos Laborales en relación al calor y estrés térmico:
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establece que los empresarios deben garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en todos los ascpectos relacionados con el trbajo. Al mismo tiempo se establece que el trabajador tiene obligaciones en materia de prevención de los riesgos laborales, así como la formación en Prevención de Riesgos Laborales.
El Real Decreto 486/97, de 14 de abril, disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, da a conocer las condiciones termohigrométicas de los lugares de trabajo.
El Real Decreto 29/1997, de 18 d eenero, reglamento de los servicios de prevención y sus modificaciones posteriores, obligan a la evaluación de los riesgos y establecer las medidas preventivas que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores.