Cada año, principalmente cuando llega el calor de verano nos acordamos de las medidas a tener en cuenta por parte de las empresas para la prevención de riesgos laborales relacionados con las temperaturas.

Estas medidas han ido evolucionando en los últimos años, sobretodo la condición de las temperaturas adecuadas en interiores.

Si trabajamos en interior deberemos mantener una temperatura de entre 23º y 26º, teniendo en cuenta la actividad que se desarrolla, no es lo mismo una persona que trabaja sentada frente a un ordenador a un trabajador que realiza su actividad en movimiento.

Además se deberán mantener zonas de descanso ventiladas y frescas, facilitando en todo momento agua potable.

Si el trabajador realiza su actividad en exterior deberá de utilizar ropa adecuada a la actividad y protección, así como protector solar y promover la no exposición al sol, así como realización de descansos siempre que sea necesario, sobretodo para evitar los golpes de calor.

Hay situaciones en las que si las empresas no pueden mantener la actividad por la meteorología podrán aplicar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).