El estrés es el segundo problema de salud más frecuente relacionado con el trabajo. Más de la mitad de los trabajadores denuncia que el estrés es habitual en su puesto de trabajo y aproximadamente un 40% de los trabajadores piensan que el estrés no se gestiona bien en su lugar de trabajo.
Los riesgos psicosociales deriban de deficiencias en el diseño, organización y gestión del trabajo. El estrés relacionado con el trabajo es un problema organizativo, no individual.
El estrés puede provenir de un entorno de trabajo donde:
- Las exigencias laborales sean excesivas o contradictorias.
- Haya falta de participación, comunicación...
- Se sufra de acoso psicológico, sexual o violencia.
- Haya cambios organizativos deficientes.
- Haya inseguridad en el puesto de trabajo.
Los efectos negativos por estrés en la persona pueden conllevar a:
- La dificultad de concentración
- Comerter errores.
- Agotamiento
- Depresión.
- Consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias como drogas...
- Falta de cuidado en la salud física.
Los beneficios de una buena gestión de los riesgos psicosociales para evitar el estrés son:
- Mejora del bienestar y satisfación laboral.
- Sentirse sano, motivado y productivo.
- Mejora del rendimiento y la productividad.
- Reducción de las tasas de absentismo.
Los pasos para gestionar el estrés en materia de seguridad y salud en el trabajo son:
- Identificar los riesgos y las personas en situación de riesgo. Incluyendo a todos los trabajadores, directivos...
- Evaluar los riesgos determinando cuales son los más preocupantes y solucionarlos primero.
- Planificar una acción preventiva, así como reducir los riesgos al mínimo en caso de no poderse prevenir.
- Ejecutar el plan de acción preventiva, llevando a cabo seguimiento y examen de manera continuada.